Introducción.

Los efectos de los impuestos, en los mercados donde se imponen, se pueden observar desde varias perspectivas.

Antes de entrar en materia, es conveniente recordar que los impuestos son un gravamen que se aplica a los diferentes bienes y servicios, como un porcentaje del valor de éstos, los cuales son fijados por ley.

En este tema analizamos los efectos del establecimiento, aumento o disminución de un tributo sobre un producto para la demanda, la oferta, el precio y los beneficios.


Efectos de los impuestos en el mercado.

El primer efecto y muy fácil de observar, es que disminuye la cantidad demandada del bien y servicio, ya que al aplicar un impuesto aumenta el precio de éste y al estar la demanda estructurada, las personas consumen menos del bien en cuestión.

Los demás efectos se producen, a partir de este punto, a lo que los economistas llamamos, la pérdida social, es decir, debido a la distorsión de los precios vía impositiva, la sociedad consume menos de lo socialmente deseable.

Ahora bien, cómo se reparte esta pérdida social, va depender de la estructura del mercado, pero en general una parte la absorberán los consumidores y otra parte los productores o empresas y la recaudación del impuesto, obviamente, irá a las arcas fiscales, para el financiamiento del Estado y sus instituciones, que sería una perspectiva del tema.

Pero aquí, alguien podría decir que uno de los objetivos buscados es justamente disminuir la cantidad demandada, por cualquier razón, por ejemplo la del tabaco, el alcohol y el diesel, porque son perjudiciales para la salud, que sería otra perspectiva del mismo asunto.

El problema que surge es determinar cuánto se puede subir el impuesto para que no haga rentable algunas actitudes no deseables, como el contrabando, la fabricación clandestina o la utilización de insumos de baja o derechamente de mala calidad, que con mayor razón esto último puede incidir en la salud de las personas.

Además de lo mencionado, hay que destacar uno de los efectos más importantes: el de la perspectiva de las empresas, las cuales al subir los precios, como se mencionó previamente, venden menos y esto impacta directamente en su cuenta de explotación; esto quiere decir que disminuirán sus utilidades, las que, junto a las depreciaciones, conforman lo que en términos financieros se denomina el "cash flow libre", esto significa, los recursos que disponen las compañías para servir los créditos de largo plazo, invertir en ampliaciones de planta, incorporación de nuevas tecnologías para mejorar la productividad u otras inversiones en general.

Paralelamente le sucede lo mismo a todas las empresas de bienes y servicios relacionadas con las afectadas directamente con los impuestos, produciéndose un efecto en cadena difícil de cuantificar y en el mediano y largo plazo, alterar el nivel de empleos, algo muy sensible para la sociedad.

Este hecho significa que aumenta el desempleo, fenómeno indeseable obviamente, ya que si éste crece demasiado, puede tener implicancias graves de toda índole, fundamentalmente el aumento de las desigualdades, que los pretendidamente intentan disminuir y, por supuesto, el incremento de la pobreza.


Análisis económico de la aplicación de un tributo sobre un bien.

Cuando se grava un bien se producen dos efectos:

1. Aumenta el precio que tiene que pagar el comprador y disminuye el importe que percibe el vendedor, y ello con independencia de sobre quién de ellos recaiga el impuesto.
2. Disminuye la actividad económica.

Figuras 1

Figura 2

Estos impactos repercuten sobre el beneficio que genera la actividad económica. Cuando se establece un impuesto disminuye el beneficio del comprador y del vendedor, al tiempo que entra en acción un tercer partícipe, el Estado, que obtiene su propio beneficio.

El beneficio del comprador disminuye ya que tiene que pagar más por el bien, y el del vendedor también disminuye porque ingresa menos.

Figura 3

Por el contrario, las arcas del Estado, obtienen un beneficio igual al importe que ingresa con el impuesto.

Figura 4

Pero, ¿qué ocurre con el beneficio total, aumenta o disminuye? Si antes del impuesto el beneficio total era la suma del obtenido por compradores y vendedores, tras el establecimiento del impuesto hay que incluir también el beneficio que obtiene el Estado. Es interesante comparar el beneficio total antes y después del establecimiento del impuesto para ver si éste aumenta o disminuye. Para ello compararemos los dos gráficos siguientes, uno antes del impuesto y otro una vez que se ha establecido.

Figura 5

Figura 6

Se puede ver que el beneficio total que se obtiene tras el establecimiento del impuesto es menor que el que se obtenía antes. La pérdida de beneficios que sufren compradores y vendedores es mayor que el beneficio que obtiene el Estado. Esta disminución del beneficio es resultado de la menor actividad que provoca el impuesto, debido a que el impuesto encarece el precio que pagan los compradores y reduce el ingreso de los vendedores, lo que lleva a algunos compradores y vendedores a abandonar el mercado.

Por el lado de los compradores, abandonarán el mercado aquellos que valoraban el bien por encima del precio inicial (y por ello estaban en el mercado) pero por debajo del nuevo precio. Aquellos vendedores cuyo coste de producción era inferior al precio inicial (y por ello estaban en el mercado) pero superior al nuevo precio.

La cuantía en la que se reduce el beneficio total va a depender de las elasticidades de las curvas de oferta y demanda. Mientras mayores sean las elasticidades de oferta y demanda, mayor será el impacto negativo que tenga el impuesto sobre el beneficio total, y mientras más inelásticas sean estas curvas, menor será el impacto del impuesto sobre el beneficio total.

Figuras 7

Figuras 8

Los ingresos del Estado aumentan inicialmente cuando se eleva el tipo impositivo, pero a partir de cierto momento subidas adicionales del impuesto provocan una caída en la recaudación.

Figuras 9

Figuras 10

Figuras 11