1.1 Generalidades sobre el aprender a pensar
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1.1.1 ¿Es posible aprender a pensar?

La respuesta a la pregunta anterior es la siguiente: en un nivel básico no se aprende a pensar, en un nivel experto sí. Para aclarar estas afirmaciones te pondré como ejemplo el proceso de respirar; todos respiramos pero no todos somos conscientes de cómo respiramos, ni tampoco de que existen diferentes tipos de respiración; de igual manera, todos pensamos pero a menudo no somos conscientes de cómo pensamos ni de que existen diferentes tipos de pensamiento y que con entrenamiento y disciplina podemos hacernos mejores pensadores.

Aprender a pensar es uno de los aprendizajes esenciales para la vida académica, personal y profesional en que se sustenta la educación en este siglo; supone el desarrollo de procesos mentales como observación, descripción, comparación, relación, análisis, síntesis, argumentación, solución de problemas, entre otros, así como la habilidad para darte cuenta (metacognición) de cómo aprendes y de cómo desaprendes. También requiere reconocer que pensar implica compromiso y actitud, pues a menudo resulta ser un acto al que nos resistimos y a veces hasta flojera suele dar pensar; sin embargo, es posible desarrollarlo con la práctica.

Aprender a pensar implica también aprender a reconocer tus propios pensamientos y las consecuencias que éstos tienen, así como aprender a expresarlos y defenderlos, también aprender a pensar tiene que ver con educar tu manera de pensar y ejercitarla, de la misma manera que te ejercitas para algún deporte.

Lo anterior supone que asumas una actitud ante el conocimiento y ante el aprendizaje, lo que te coloca en un papel protagónico en donde eres el principal responsable de tu aprendizaje, de tu formación y de tu actualización a lo largo de toda la vida, con el fin de que puedas responder con éxito a las demandas de una realidad social y productiva en constante transformación, que exige de ti un pensamiento analítico crítico y creativo en la solución de problemas tanto del trabajo, como de la vida personal, académica y profesional.

1.1.2 ¿Qué es el pensamiento?

Como término, el pensamiento es utilizado de forma genérica para definir los productos y procesos que la mente genera, incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación y todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean éstos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc. Esta definición pone énfasis en el pensamiento como producto y como proceso de la mente.

Otra manera de definir al pensamiento es como un proceso mental por el cual se conoce y se vive, en el sentido de que todo en la vida requiere de un proceso de cognición que tiene que ver con el acto de pensar.

1.1.3 ¿Qué es pensar?

Es conveniente aclarar qué se entiende por pensar, pues la palabra “pensar” se emplea con distintas acepciones, dependiendo del contexto y del propósito con el que se use. Cuántas veces has escuchado decir de tus padres, maestros o amigos las palabras: “¡Piensa antes de hacer y no hagas para después pensar en lo que ya no puedes remediar!” o “¿Qué piensas de tu infancia?”.

¿A qué tipo de pensamiento se refieren las anteriores afirmaciones? En el primer caso se te invita a analizar, reflexionar, argumentar, justificar una decisión; en el segundo caso lo que se te pide es que recuerdes cómo fue tu infancia.

Lo anterior muestra que la palabra pensar suele estar asociada a recordar, exponer una idea, dar una opinión, analizar, reflexionar, imaginar, argumentar.

En este curso lo que interesa es tu pensamiento reflexivo y no memorístico, lo importante es que te des cuenta mediante los ejercicios y tareas de tu forma de pensar, y que ejercites tu pensamiento analítico, crítico y creativo. Por ejemplo, ¿qué tanto te das tiempo para pensar y ordenar tus ideas antes de hablar o de ponerlas por escrito con el fin de que sean claras para ti y para los demás?
Pensar es procesar información, y a menudo lo hacemos tan rápido que ni cuenta nos damos de cómo pensamos, sucede algo así como cuando comemos de prisa y ni asimilamos los alimentos por falta de una buena masticación para una buena digestión. Pensar se puede interpretar también como una habilidad porque se desarrolla con la práctica y tiene que ver con ejecutar con destreza los procesos mentales que permiten el manejo y la transformación de la información de manera competente, es decir, con un cierto nivel de perfeccionamiento.

En resumen, pensar constituye una serie de procesos mentales por medio de los cuales se comprende, reflexiona, analiza, argumenta, se crean y recrean realidades, se construyen y reconstruyen significados, se conoce y se vive. Dichos procesos se pueden desarrollar y perfeccionar con la práctica.

1.1.4 ¿Para qué aprender a pensar?

Una respuesta inmediata que viene a mi mente es pensar para vivir mejor y ser más conscientes de cómo pensamos, cómo sentimos y cómo actuamos.
Desde una perspectiva amplia, aprender a pensar es fundamental para el desarrollo de variadas actividades, tanto profesionales como personales y académicas; por ejemplo:

  1. Tomar decisiones.
  2. Considerar prioridades.
  3. Buscar alternativas de solución.
  4. Escuchar diferentes puntos de vista y opinar sobre algún hecho.
  5. Resolver problemas de la vida cotidiana.
  6. Tomar la iniciativa.
  7. Trabajar en equipo.
  8. Ser operativo (saber hacer)
  9. Comunicar de manera efectiva y eficaz.
  10. Cambiar la manera de pensar.
  11. Generar nuevos conocimientos.
  12. Vivir con plenitud y capacidad de gozo.

Otras razones de peso son las evidencias de nuestra forma de pensar y actuar en el mundo, tanto en el ámbito de la conducta individual como colectiva, ejemplo de ello son las numerosas amenazas con las que se enfrenta la humanidad como la polución del medio ambiente, el agotamiento de los recursos naturales, la inestabilidad económica internacional, la desigualdad, la pobreza de muchos, la acumulación de la riqueza en unos cuantos. Estos ejemplos justifican el aprender a pensar con más eficiencia; de lo contrario, como individuos y como especie enfrentaremos grandes retos y, en consecuencia, se heredarán grandes problemas humanos a las próximas generaciones (Nikerson: 1985).

Se puede afirmar que hay razones suficientes para aprender a pensar, que es posible aprender a pensar de manera analítica, crítica y creativa y, sobre todo, es importante ser conscientes de cómo pensamos, así como darnos cuenta de las consecuencias de nuestra manera de pensar y actuar con el fin de autorregular y usar de manera intencional, con ética, y de manera contextualizada nuestros distintos tipos de pensamiento con el fin de re-inventar nuevas formas de convivencia, de mirar y construir la realidad y con ella nuestro diario vivir.

El aprender a pensar de manera analítica, crítica y creativa y ser consciente de ello, si bien es un potencial de los seres humanos, lo cierto es que no todo mundo lo pone en práctica, tú puedes ejercitar tus distintos tipos de pensamiento con el apoyo de estrategias y de la práctica disciplinada, si así te lo propones, con el fin de convertirte en un mejor estudiante y en un aprendiz independiente, crítico y creativo que aprovecha todo su potencial que como ser humano tienes para pensar.

Para comenzar a tomar conciencia de cómo piensas, es conveniente que seas inquisitivo, es decir, que te hagas preguntas como por ejemplo:

  1. ¿Qué tanto me detengo a pensar antes de hablar?
  2. ¿Qué tan buen observador soy?
  3. ¿Me gusta pensar?
  4. Cuando he tenido algún problema, ¿lo reflexiono?
  5. ¿Me auxilio de alguna técnica o método para ayudarme a pensar?
  6. ¿Qué actitudes asumo cuando tengo que pensar?
  7. ¿Defiendo mis ideas con argumentos sólidos?
  8. ¿Qué tan seguido hago un alto para auto-observar mis pensamientos y sentimientos?

Estas preguntas seguramente te dan la posibilidad de conocer algunos aspectos acerca de tu forma de pensar y de las actitudes que asumes al pensar.

Ten en cuenta que existen estrategias y métodos para desarrollar tu pensamiento analítico, crítico y creativo, y que esto te da la posibilidad de ser un mejor pensador y solucionador de situaciones de la vida personal, académica y profesional. Este curso te brinda una oportunidad para ello, ¡aprovéchalo!

http://es.wikipedia.org/wiki/Pensamiento. Consultado el 11 de noviembre de 2007.

http://es.wikipedia.org/wiki/Cognición

Nickerson, R., Perkins, D. & Smith, E. (1985). "Perspectivas para enseñar a pensar". En Enseñar a pensar; aspectos de la aptitud intelectual. (Pp. 20 y 365). Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica.

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