Al hablar de Derechos Humanos se requiere existir realmente, así la dignidad se hace patente. Los Derechos Humanos son un conjunto de exigencias necesarias e indispensables para que cualquier persona pueda desarrollarse en sociedad de un modo humano y digno. Dichas exigencias como la libertad, la igualdad y la dignidad deberán ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales.
La dignidad es un ideal que sobrepasa las distinciones sociales, riqueza material, talento individual, entre otras diferencias; por consiguiente, la dignidad debe tener un valor universal y no particular. Es decir, como la dignidad es un ideal, entonces no importan diferencias individuales como color de piel, riqueza, costumbres; sino en lo que nos es común a todos, como el ser humano, la racionalidad, de tal modo que cualquiera puede llevar una vida impregnada de dignidad.
Todas las personas somos iguales, por lo mismo, todos merecemos un trato equitativo y respetuoso. La discriminación o humillación por motivos raciales, religiosos, políticos, económicos, capacidades, costumbres, preferencias o cualquier otra diferencia no se justifica bajo ninguna circunstancia.
Es necesario destacar tres cuestiones fundamentales en torno a la dignidad.
La globalización actual abarca todo el quehacer humano, hasta el pensamiento, ya que todos piensan de modo liberal; el derecho nacional está siendo abarcado por el derecho internacional. No nos detengamos, entonces, en los derechos individuales, sino en el derecho colectivo, en la dignidad colectiva que irradia al individuo, aunque bien puede ser del individuo a la colectividad. En este sentido, la dignidad es un valor que vale, por lo que la dignidad debe ser objeto de valoración por los que valoran.
Los Derechos Humanos son exigencias que deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales. Estos derechos presentan las siguientes características:
Un ejemplo de derecho humano es la dignidad, ésta no tiene precio, no es negociable y la ostentamos todos los humanos. Los Derechos Humanos deben ser satisfechos para poder construir una sociedad justa, donde todos, sin discriminación, puedan libremente desarrollar sus capacidades.
Las sociedades que no garanticen estos derechos están condenadas a la pobreza y humillación. Pero, ¿Cuáles son los Derechos Humanos? Toda persona tiene derecho:
Al hablar de Derechos Humanos se requiere existir realmente, así la dignidad se hace patente. Los Derechos Humanos son un conjunto de exigencias necesarias e indispensables para que cualquier persona pueda desarrollarse en sociedad de un modo humano y digno. Dichas exigencias como la libertad y la igualdad deberán ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales.
La dignidad es un ideal que sobrepasa las distinciones sociales, la riqueza material y el talento individual; entre otras diferencias. Por consiguiente, la dignidad debe tener un valor universal y no particular. Es decir, como la dignidad es un ideal, entonces no importan las diferencias individuales como el color de piel, la riqueza, las costumbres, sino en lo que nos es común a todos, como el ser humano, la racionalidad, de tal modo que cualquiera puede llevar una vida impregnada de dignidad.
De tal modo que todas las personas somos iguales en dignidad y que, por lo mismo, todos merecemos un trato igual y respetuoso, y que la discriminación o humillación por motivos raciales, religiosos, políticos, económicos, capacidades, costumbres, preferencias o cualquier otra diferencia no se justifica.
Es necesario destacar tres cuestiones fundamentales en torno a la dignidad.