4.2 Dimensión ética de los Derechos Humanos
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Dimensión Ética de la Salud

Al hablar de Derechos Humanos se requiere existir realmente, así la dignidad se hace patente. Los Derechos Humanos son un conjunto de exigencias necesarias e indispensables para que cualquier persona pueda desarrollarse en sociedad de un modo humano y digno. Dichas exigencias como la libertad, la igualdad y la dignidad deberán ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales.

La dignidad es un ideal que sobrepasa las distinciones sociales, riqueza material, talento individual, entre otras diferencias; por consiguiente, la dignidad debe tener un valor universal y no particular. Es decir, como la dignidad es un ideal, entonces no importan diferencias individuales como color de piel, riqueza, costumbres; sino en lo que nos es común a todos, como el ser humano, la racionalidad, de tal modo que cualquiera puede llevar una vida impregnada de dignidad.

Todas las personas somos iguales, por lo mismo, todos merecemos un trato equitativo y respetuoso. La discriminación o humillación por motivos raciales, religiosos, políticos, económicos, capacidades, costumbres, preferencias o cualquier otra diferencia no se justifica bajo ninguna circunstancia.
Es necesario destacar tres cuestiones fundamentales en torno a la dignidad.

  • La dignidad es un valor invariable. No cambia, es universal, es igual para todas las personas, no hay quienes tengan más dignidad o quienes sean más valiosas unas de otras.
  • La dignidad es un valor incondicional e incomparable. Dado que la dignidad no está limitada o condicionada a una determinada situación o status social o económico de las personas, nadie es más digno que otro sólo porque tenga más recursos.
  • La dignidad no admite equivalente. No puede intercambiarse, no tiene precio, ni se compra ni se vende.

La globalización actual abarca todo el quehacer humano, hasta el pensamiento, ya que todos piensan de modo liberal; el derecho nacional está siendo abarcado por el derecho internacional. No nos detengamos, entonces, en los derechos individuales, sino en el derecho colectivo, en la dignidad colectiva que irradia al individuo, aunque bien puede ser del individuo a la colectividad. En este sentido, la dignidad es un valor que vale, por lo que la dignidad debe ser objeto de valoración por los que valoran.

Los Derechos Humanos son exigencias que deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales. Estos derechos presentan las siguientes características:

  • Universales. Se dice que son universales porque a todos los humanos –sin excepción- se les debe reconocer y garantizar.
  • Prioritarios. Son prioritarios en el sentido de que deben ser protegidos, sobre todo cuando entran en conflicto con otros derechos.
  • Innegociables. Como son reconocidos y garantizados, a ningún ser humano se les deben negar.
  • Incondicionales. No están supeditados a una determinada condición económica o de estrato social, aplican a todos sin importar su condición socioeconómica.
  • Inalienables. No se pueden intercambiar o enajenar, son valores, no cosas que se puedan negociar.

Un ejemplo de derecho humano es la dignidad, ésta no tiene precio, no es negociable y la ostentamos todos los humanos. Los Derechos Humanos deben ser satisfechos para poder construir una sociedad justa, donde todos, sin discriminación, puedan libremente desarrollar sus capacidades.

Las sociedades que no garanticen estos derechos están condenadas a la pobreza y humillación. Pero, ¿Cuáles son los Derechos Humanos? Toda persona tiene derecho:

  • A la vida.
  • A la integridad personal: física, psíquica y moral.
  • A la libertad personal.
  • A peticionar ante las autoridades.
  • A la libertad de expresión.
  • A la protección de la libertad de conciencia y de religión.
  • A reunirse libremente y a asociarse.
  • A la identidad y la nacionalidad.
  • A la propiedad privada.
  • A circular y a residir en el territorio de un estado.
  • A un juicio justo en un plazo razonable ante un tribunal objetivo, independiente e imparcial.
  • A la presunción de inocencia.
  • A la defensa.
  • A no ser discriminado.
  • A trabajar.
  • A la salud.
  • A la cultura.
  • A la protección y asistencia familiar.
  • A la asistencia de niños y adolescentes.
  • A recibir protección y asistencia durante el embarazo y parto.
  • A una alimentación, vestido y vivienda dignas.
  • A la educación pública y gratuita en todos los niveles de enseñanza.
  • A un medio ambiente sano y equilibrado.
  • A la autodeterminación de los pueblos.
  • A la protección de su salud, seguridad e intereses económicos, y a una información adecuada y veraz en relación con el consumo y uso de bienes y servicios.
  • A vivir en paz.
  • Al desarrollo humano económico y social sostenible.

Al hablar de Derechos Humanos se requiere existir realmente, así la dignidad se hace patente. Los Derechos Humanos son un conjunto de exigencias necesarias e indispensables para que cualquier persona pueda desarrollarse en sociedad de un modo humano y digno. Dichas exigencias como la libertad y la igualdad deberán ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales.

La dignidad es un ideal que sobrepasa las distinciones sociales, la riqueza material y el talento individual; entre otras diferencias. Por consiguiente, la dignidad debe tener un valor universal y no particular. Es decir, como la dignidad es un ideal, entonces no importan las diferencias individuales como el color de piel, la riqueza, las costumbres, sino en lo que nos es común a todos, como el ser humano, la racionalidad, de tal modo que cualquiera puede llevar una vida impregnada de dignidad.

De tal modo que todas las personas somos iguales en dignidad y que, por lo mismo, todos merecemos un trato igual y respetuoso, y que la discriminación o humillación por motivos raciales, religiosos, políticos, económicos, capacidades, costumbres, preferencias o cualquier otra diferencia no se justifica.

Es necesario destacar tres cuestiones fundamentales en torno a la dignidad.

  • La dignidad es un valor invariable. No cambia, es universal, es igual para todas las personas, no hay quienes tengan más o menos dignidad que otras, todas son valiosas.
  • La dignidad es un valor incondicional e incomparable. Dado que la dignidad no está limitada o condicionada a una determinada situación o status social o económico de las personas, nadie es más digno que otro sólo porque tenga más recursos.
  • La dignidad no admite equivalente. No puede intercambiarse, no tiene precio, ni se compra ni se vende.
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