3.1.1 ¿Qué es un Tratado de Libre Comercio (TLC)?. Generalidades
Los Tratados de Libre Comercio son, vistos de una manera general, un conjunto de reglas que dos o más países acuerdan establecer para vender y comprar productos y servicios entre ellos, es decir, normas que regulan el comercio que se establezca a partir de su entrada en vigor entre los países firmantes. En el Derecho Internacional tienen, como su propio nombre indica, la consideración de Tratados Internacionales, con las implicaciones que esto conlleva en su aplicación y jerarquía en el Derecho interno de cada país.
Entre las reglas más importantes que se establecen en un TLC están aquellas que definen cómo y cuándo se eliminarán las barreras arancelarias para conseguir el libre paso de los productos y servicios entre los países implicados; esto es, cómo y cuándo se eliminarán los permisos, las cuotas y las licencias y, particularmente, las tarifas y los aranceles, siendo éste uno de los principales objetivos del Tratado. Además, los TLC normalmente propugnan la existencia de "condiciones de justa competencia" entre las naciones firmantes.
Los TLCs se basan en principios fundamentales similares a los establecidos en los acuerdos de la OMC que vimos en el módulo anterior: transparencia, tratamiento nacional y de tratamiento de nación más favorecida, y esto se establece como un compromiso firme para la facilidad del movimiento de los bienes y servicios a través de las fronteras. Normalmente incluyen garantías sobre la protección y vigilancia de los derechos de propiedad intelectual; establecen procedimientos internos efectivos que permitan la aplicación e implementación del Tratado, establece reglas de interpretación uniforme de las normas establecidas en el Tratado y un sistema para la solución de las diferencias comerciales.
Los Tratados de Libre Comercio son importantes, pues se constituyen en un medio eficaz para garantizar el acceso de los productos nacionales a los mercados del resto de los países firmantes en mejores condiciones que el del resto de naciones no partícipes del Tratado. Tienen, además, un segundo efecto beneficioso, pues suelen producir un abaratamiento de los precios que paga el consumidor por los productos importados del resto de los países incluidos en el tratado.
Indiscutiblemente, también plantea problemas a la industria nacional que debe de pasar a competir en igualdad de condiciones con empresas extranjeras, a veces de países más desarrollados, para minimizar estos problemas suelen establecerse los llamados “periodos de carencia”, que no son otra cosa que el establecimiento de periodos de adaptación que aplazan las reducciones arancelarias perseguidas para permitir una adaptación de determinados sectores productivos nacionales a la nueva situación comercial. Así, en muchos productos y servicios, la reducción arancelaria no es realizada de una sola vez, sino de forma progresiva durante un periodo de años, también acordado (habitualmente en los llamados anexos al Tratado).
Los objetivos normalmente perseguidos por un Tratado de Libre Comercio se pueden resumir en:
Estos objetivos se lograrán mediante el cumplimiento de los principios y reglas del TLC, como los de trato nacional, trato de nación más favorecida y transparencia en los procedimientos.